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Disección aórtica torácica

¿Sabes qué es una disección de la aórtica torácica?

La aorta es sin duda el vaso sanguíneo más grande e importante del cuerpo humano. Se origina en el corazón y pasa por dos cavidades, el tórax y el abdomen, hasta que sufre una división a la altura del ombligo. Durante su recorrido emite ramas arteriales ricas en sangre oxigenada, que va hacia los brazos, el cerebro y todos los órganos vitales como los riñones, intestinos y miembros inferiores, entre otros.
La disección de la aorta torácica es una ruptura de su pared interna, llamada capa interna. Cuando ocurre esta ruptura, la aorta internamente se divide en dos y la sangre puede distribuirse de manera desigual entre los órganos.

La incidencia de disección aórtica en el mundo es de unos 6 casos nuevos por cada 100.000 habitantes al año.

Causas de la disección aórtica torácica

La disección aórtica torácica suele ocurrir debido a problemas estructurales en la pared de este vaso. Didácticamente podemos separarlos en dos grupos:
  • El primer es aquel en la que el paciente, gravemente hipertenso de larga fecha y fumador, en promedio con 60 años, presentará daño crónico en la capa interna de la aorta, hasta que un día esta podrá romperse. Hay ocasiones en las que el paciente ya tiene una dilatación de la aorta que precede a la disección.
  • El segundo es un grupo de pacientes más jóvenes, de 30 a 40 años, que padecen enfermedades genéticas como el Síndrome de Marfan, Ehlers-Danlos y Turner entre otras o tiene un cambio estructural en el corazón llamado válvula aórtica bicúspide. Algunos de estos síndromes genéticos implican problemas de colágeno y los pacientes presentan cambios estructurales en la capa media de la aorta, que algún día pueden diseccionarse.

Otras situaciones menos frecuentes, pero que también pueden ser desencadenantes de una disección aórtica, son el embarazo, los traumatismos y el consumo de drogas ilícitas, especialmente la cocaína.

Síntomas de la disección aórtica torácica

El síntoma más común en la fase aguda es un fuerte dolor de pecho. Algunos pacientes informan tener la sensación distintiva de que algo se rompe o se desgarra dentro de ellos.
El principal diagnóstico diferencial es el infarto agudo de miocardio. También se pueden considerar otros dolores de pecho leves, como los musculares o las crisis dispépticas (gastritis).
También se puede informar dolor en el cuello, la espalda o el abdomen.

Tratamiento para la disección aórtica torácica

El tratamiento inicial consiste en estabilizar la tensión arterial del paciente, a veces con terapia intravenosa y cirugía reconstructiva rápida si se identifica un riesgo de taponamiento cardíaco o isquemia en órganos y sistemas. Cuando se afecta la porción inicial de la aorta ascendente, cercana a la salida del corazón, suele ser necesario realizar una cirugía abierta, con apertura del esternón, y cambiar la porción enferma de la aorta por una prótesis de Dacron. La mayoría de las técnicas de corrección de órganos isquémicos e intervenciones en otras porciones de la Aorta ahora reciben terapia endovascular completa, con menor morbilidad para el paciente y recuperación más rápida.
Fuente: Dra. Grace Carvajal Mulatti | Doutorado em Clínica Cirúrgica pela FMUSP y Faculdade de Medicina da Universidade de São Paulo