Viviendo con una Enfermedad Cardiovascular

Cuidados, Consejos y Recomendaciones

Después de conocer qué son las enfermedades cardiovasculares, probablemente lo que más te interese es la forma en la que afrontarás tu enfermedad. Es por eso, que es importante conocer algunos de los cuidados y cambios de hábitos, para llevar tu tratamiento de forma más llevadera.

Por supuesto debes tener en cuenta las recomendaciones de tu doctor, pero estos consejos te darán una idea de cómo llevar un estilo de vida saludable y sentirse mejor.

Mantenga su energía

Descanse por lo menos una hora al día.
Planee con anticipación las actividades semanales y la carga de trabajo.
Prepara tus alimentos con anticipación y consérvalos congelados para ahorrar tiempo y energía.
No cargues objetos muy pesados que impliquen hacer un esfuerzo muy grande.
Duerme lo suficiente y en caso de sentir que te falta el aire al acostarse, coloca más de una almohada para mantener su cabeza elevada y sentirte más cómodo.
Si te tienes que parar varias veces al baño, habla con tu médico, pues puede que necesites un ajuste en las dosis de tus medicamentos.

Cuida tu salud emocional

Muchas personas llegan a sentirse ansiosos, deprimidos o preocupados al padecer enfermedades cardíacas; por eso es importante hablar con un experto en caso de que sientas esos síntomas.

Las personas con enfermedades crónicas tienen un mayor riesgo de depresión, pues la ansiedad y el estrés relacionados con la enfermedad, pueden desencadenar síntomas de depresión.

La depresión tiene que ser diagnosticada por un experto y ser tratada con terapia (generalmente cognitivo-conductual) y en algunos casos con medicamentos.

Mantenerse activo

Siempre consulta a tu médico antes de empezar una rutina de ejercicio y escoge una actividad que disfrutes.
Toma descansos cada vez que lo necesites.
Conoce tus límites y descubre el nivel adecuado para ti. Mientras puedas mantener el aliento o una conversación, el nivel de ejercicio es el adecuado.
Después de comer, espere una hora para comenzar el ejercicio.

Tips de Alimentación

Para mantener y mejorar nuestra salud cardiovascular

Moderar la ingesta de carbohidratos

Si bien cada plan de alimentación debe ser individualizado hay que tener en cuenta el impacto directo de este nutrimento en la glucosa, prefiere carbohidratos complejos y con fibra, los simples resérvalos para la regla de los 15 para recuperarte de hipoglucemias.

No le temas a las grasas

Los alimentos ricos en ácidos grasos omega-3 y 6, como son los frutos secos (nueces, almendras, cacahuate), aguacate, y algunos aceites como el de olivo nos ofrecen un factor protector ante cardiopatías.

Consumir leguminosas

Como frijoles, lentejas, soya, etc., te traerán los beneficios de la fibra, además de ser ricas en proteínas.

Aumentar el consumo de alimentos ricos en fibra

Como pueden ser verduras y frutas con cáscara, en especial los frutos rojos han demostrado tener un buen papel protector, la mayoría son bajos en carbohidratos, así que tenemos doble beneficio, tales como fresas, arándanos frescos y frambuesas pueden ser opciones.

Consumir de forma moderada carnes rojas

2 a 3 veces por semana y prefiere cortes magros (bajos en grasa). Puedes optar por integrar pescados, aves, huevo o quesos blancos en su lugar.

Es importante mencionar que cada plan de alimentación necesita una valoración individual, por lo que te aconsejo siempre te asesores con tu equipo de salud, médico y nutriólogo ante cualquier cambio que desees llevar, y que sea apto para tus gustos y requerimientos. Recuerda que no está de más integrar un cardiólogo al equipo, pues de esta manera enriquecemos el tratamiento.

Tips de medicación

Después de tu diagnóstico, es muy probable que recibas una receta por parte de tu médico, con los medicamentos que harán que tu calidad de vida sea mejor. Por eso es importante que consideres los siguientes aspectos: Toma tus medicamentos, todos los días, a la misma hora. Es bueno llevar un registro de tu medicación.

No dejes de tomar tu medicamento, aunque te sientas mejor de salud.
Si crees que tu medicamento te está provocando algún efecto secundario, NO dejes de tomarlo, llama a tu médico inmediatamente.
Si tienes algún problema de recursos para tener algún medicamento, habla con tu médico o prestador de salud correspondiente. Procura tener suficiente medicamento para que éste no se te acabe y te veas obligado a saltarse una dosis.
Es muy útil tener una lista de medicinas en dónde registres cómo, cuándo y cuántas pastillas debes de tomar al día.
Mantén tu medicina en un lugar que te ayude a recordar cuando tomarlas. Por ejemplo: junto al cepillo de dientes, al lado de la cama o en la cocina.