El corazón puede latir demasiado rápido (taquicardia), demasiado lento (bradicardia) o de forma irregular (fibrilación auricular).
La bradicardia se refiere a un ritmo cardíaco lento: una frecuencia cardíaca en reposo inferior a 60 latidos por minuto. A esta frecuencia, el corazón no es capaz de bombear suficiente sangre rica en oxígeno hacia el organismo durante la actividad física.
La taquicardia se refiere a un ritmo cardíaco lento: una frecuencia cardíaca en reposo superior a 100 latidos por minuto. A esta velocidad, el corazón no puede bombear sangre de forma eficaz hacia el organismo y el cerebro.
Es un ritmo cardiaco irregular que afecta las cámaras superiores (aurículas) del corazón.
Impide que la sangre sea bombeada de manera eficiente al resto de tu cuerpo.
Mantenga una estrecha comunicación con el médico para controlar la enfermedad y comprobar si los tratamientos están funcionando correctamente o si tiene nuevos síntomas o efectos secundarios.
En caso de emergencia, busque ayuda. Póngase inmediatamente en contacto con el médico si el ritmo cardíaco es más lento de lo habitual, si siente que se va a desmayar o si nota que le falta el aire.