La presión arterial elevada (o presión arterial alta) es un problema de salud muy frecuente en todo el mundo. A menudo, no presenta síntomas, pero conlleva graves riesgos para la salud.1
La presión arterial mide la fuerza que la sangre ejerce sobre las arterias. Se considera “alta”si mide 140/90 mmHg o más en dos días diferentes.
La presión arterial elevada afecta a 1280 millones de personas en todo el mundo, tanto hombres como mujeres, jóvenes como adultos, personas sanas como con otros problemas de salud, entre otros.
Esta condición de salud es muy compleja, ya que en algunas situaciones los pacientes pueden padecerla durante muchos años sin tener síntomas, siendo el factor de riesgo #1, más importante en pacientes con un riesgo aumentado de sufrir infartos.
Lo que convierte a la presión arterial elevada en peligrosa es el hecho de que, a menudo, no da señales de alarma, por lo que es posible que usted la tenga y no lo sepa.1
Los síntomas (si se presentan) pueden ser leves o graves e incluyen dolor de cabeza, hemorragias nasales y falta de aire.1
Si tiene esta afección, el corazón hace más esfuerzo y aumenta el riesgo de:
Si sospechas que tú o un ser querido puede tener presión arterial elevada, consulte con tu médico para que mida e informe sobre todas las formas de reducir sus valores de presión arterial.